Esto es lo que posteé ayer en mi otro, paradísimo blog, Say Anything, con un par de modificaciones para la ocasión. Bienvenidos a mi nuevo emprendimiento:
Hace tiempo que no sé que cazzo hacer con Say Anything, y no me refiero a hacer algo novedoso sino de hacer algo que me guste. Pero por fin, luego de tanto tiempo de tener la página completamente parada, volví a una idea que alguna vez había tenido y había olvidado.
El hecho es el siguiente: hace ya tiempo que vengo hartándome un poco de las notas sobre discos que escribo para cinequanon (de hecho, hace meses que no escribo sobre eso ni sobre nada, lo de los discos es por esto que digo, lo demás fue por simple vagancia). Es que esa estructura de “hablo un poco sobre el artista, menciono las mejores canciones, digo que le sobra alguna o que no le sobra nada, concluyo con un elogio o puteada final” (en realidad eso último no lo hice nunca porque siempre me da por escribir de los discos que me gustan) se agotó en el segundo post y, como bien me dijo Naza una vez, termina siendo nada más que un rescate caprichoso de tal o cual artista antes que la crítica de un disco, no más que un sondeo general por todo el disco, siempre correctito, sin irse de tema, sin hacer más que un poquitito de énfasis sobre una o dos canciones aisladas. En las críticas de cine uno puede irse de tema tranquilamente, pero en las de discos por lo menos yo me sentía aferrado a esa estructura que siempre se repetía, como las críticas de los jueves de Adolfo C. Martínez en La Nación. Y la verdad es que no me hace mucha gracia ser el Adolfo Martínez del pop. Melómano empedernido como soy, capaz de escuchar una canción seis veces seguidaso más, a las canciones las suelo sentir más que las películas. Esa inmediatez de la canción pop que hace que uno pueda invertir menos de media hora en escucharlas varias veces y encontrarles nuevas cosas me apasiona muchísimo.
Hace poco terminé de leer el hermosísimo 31 Songs (o Songbook, dependiendo de la edición) de Nick Hornby, un libro de ensayos sobre exactamente eso, y recordé esa idea que tuve hace muchísimo tiempo, antes de que supiera que es tan fácil hasta para un nulo informático como yo tener un espacio en el cyberídem. Escribir notas enteras sobre una sola canción, pero no a modo de crítica sino a modo de análisis, pero no un análisis académico, por dios, sino desmenuzarla, tratar de explicar lo inexplicable: por qué algo tan aparentemente banal y efímero como una simple canción puede hacerme sentir un millón de cosas en un período muy reducido de tiempo, por qué es tan importante el arreglo justo en el momento justo, que las vocal harmonies suenen en el canal en el que tienen que sonar, en fin, por qué me gusta una canción que me gusta, qué la hace, a mi entender, perfecta.
He decido darle a este nuevo emprendimiento el nombre de Little Songs, a raiz de una hermosa canción que Weezer grabó para un hipotético quinto álbum completamente diferente a todo lo que habían hecho antes, con un sonido menos distorsionado y más accesible, que los convertía aún más en los dignos sucesores de los Beatles que siempre fueron. Ese disco, lamentablemente, jamás se editó, pero los demos (extremadamente bien grabados teniendo en cuenta su naturaleza) se consiguieron online desde el mismo momento en que fueron grabados, cuando los postearon en su página. Ahora ahí no están, pero suelen estar en varias páginas de fans, y les aseguro que vale escucharlos, y seguro que más de una aparecerá comentada aquí.
Como verán, ya, antes de ponerme a escribir sobre una canción, me fui por las ramas. Pero bueno, aquí les presento mi nuevo blog.
Voy a hablar sobre canciones de todo tipo y factor, hasta de canciones de artistas que no me gustan en su totalidad ya que, como todos sabemos, una buena canción es una buena canción, no importa de quién venga. Va a haber una variedad de estilos acorde con mi eclecticismo desaforado; que no les extrañe que luego de una canción de Britney Spears aparezca una de Los auténticos decadentes, y luego una de Bruce Springsteen, y luego una de Serrat. Pero bueno, les adelanto que arrancaré con los ya mencionados Decadentes y su inigualable La guitarra. Y de ahí quién sabe. Era mi intención postear tanto la letra como un e2k link a su mp3, pero como sé de varios que no pueden acceder al maldito eMule y sus restricciones y su configuración que jamás entendí y que de culo a mí me funciona, postearé sólo la letra y si les interesa, podrán elegir su p2p favorito y bajarse la canción de ahí. Espero que disfruten de esta nueva etapa, y si no les interesa, bueno, el cyberespacio es un lugar enorme. Saludos a todos.
Hace tiempo que no sé que cazzo hacer con Say Anything, y no me refiero a hacer algo novedoso sino de hacer algo que me guste. Pero por fin, luego de tanto tiempo de tener la página completamente parada, volví a una idea que alguna vez había tenido y había olvidado.
El hecho es el siguiente: hace ya tiempo que vengo hartándome un poco de las notas sobre discos que escribo para cinequanon (de hecho, hace meses que no escribo sobre eso ni sobre nada, lo de los discos es por esto que digo, lo demás fue por simple vagancia). Es que esa estructura de “hablo un poco sobre el artista, menciono las mejores canciones, digo que le sobra alguna o que no le sobra nada, concluyo con un elogio o puteada final” (en realidad eso último no lo hice nunca porque siempre me da por escribir de los discos que me gustan) se agotó en el segundo post y, como bien me dijo Naza una vez, termina siendo nada más que un rescate caprichoso de tal o cual artista antes que la crítica de un disco, no más que un sondeo general por todo el disco, siempre correctito, sin irse de tema, sin hacer más que un poquitito de énfasis sobre una o dos canciones aisladas. En las críticas de cine uno puede irse de tema tranquilamente, pero en las de discos por lo menos yo me sentía aferrado a esa estructura que siempre se repetía, como las críticas de los jueves de Adolfo C. Martínez en La Nación. Y la verdad es que no me hace mucha gracia ser el Adolfo Martínez del pop. Melómano empedernido como soy, capaz de escuchar una canción seis veces seguidaso más, a las canciones las suelo sentir más que las películas. Esa inmediatez de la canción pop que hace que uno pueda invertir menos de media hora en escucharlas varias veces y encontrarles nuevas cosas me apasiona muchísimo.
Hace poco terminé de leer el hermosísimo 31 Songs (o Songbook, dependiendo de la edición) de Nick Hornby, un libro de ensayos sobre exactamente eso, y recordé esa idea que tuve hace muchísimo tiempo, antes de que supiera que es tan fácil hasta para un nulo informático como yo tener un espacio en el cyberídem. Escribir notas enteras sobre una sola canción, pero no a modo de crítica sino a modo de análisis, pero no un análisis académico, por dios, sino desmenuzarla, tratar de explicar lo inexplicable: por qué algo tan aparentemente banal y efímero como una simple canción puede hacerme sentir un millón de cosas en un período muy reducido de tiempo, por qué es tan importante el arreglo justo en el momento justo, que las vocal harmonies suenen en el canal en el que tienen que sonar, en fin, por qué me gusta una canción que me gusta, qué la hace, a mi entender, perfecta.
He decido darle a este nuevo emprendimiento el nombre de Little Songs, a raiz de una hermosa canción que Weezer grabó para un hipotético quinto álbum completamente diferente a todo lo que habían hecho antes, con un sonido menos distorsionado y más accesible, que los convertía aún más en los dignos sucesores de los Beatles que siempre fueron. Ese disco, lamentablemente, jamás se editó, pero los demos (extremadamente bien grabados teniendo en cuenta su naturaleza) se consiguieron online desde el mismo momento en que fueron grabados, cuando los postearon en su página. Ahora ahí no están, pero suelen estar en varias páginas de fans, y les aseguro que vale escucharlos, y seguro que más de una aparecerá comentada aquí.
Como verán, ya, antes de ponerme a escribir sobre una canción, me fui por las ramas. Pero bueno, aquí les presento mi nuevo blog.
Voy a hablar sobre canciones de todo tipo y factor, hasta de canciones de artistas que no me gustan en su totalidad ya que, como todos sabemos, una buena canción es una buena canción, no importa de quién venga. Va a haber una variedad de estilos acorde con mi eclecticismo desaforado; que no les extrañe que luego de una canción de Britney Spears aparezca una de Los auténticos decadentes, y luego una de Bruce Springsteen, y luego una de Serrat. Pero bueno, les adelanto que arrancaré con los ya mencionados Decadentes y su inigualable La guitarra. Y de ahí quién sabe. Era mi intención postear tanto la letra como un e2k link a su mp3, pero como sé de varios que no pueden acceder al maldito eMule y sus restricciones y su configuración que jamás entendí y que de culo a mí me funciona, postearé sólo la letra y si les interesa, podrán elegir su p2p favorito y bajarse la canción de ahí. Espero que disfruten de esta nueva etapa, y si no les interesa, bueno, el cyberespacio es un lugar enorme. Saludos a todos.
1 comment:
Loco Tu forma de ser es una canción que también marcó mi adolescencia y que aún hoy me sigue gustando mucho. Agrego algo sobre Hanson: el tema Weird también es bastante rescatable.
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