Finding Nimo
Mi relación con los Decadentes fue algo más bien accidentado. Recuerdo cuando escuché por primera vez la inmortal “(Loco) Tu forma de ser”. Tenía unos once o doce añitos y me voló la cabeza. Luego escuché El milagro argentino, disco de donde provenía esa canción y otros hits como “Vení Raquel” y “Entregá el marrón”. Horrible me pareció. No entendía esos gritos de cancha (siempre odié el ambiente “canchero”), no entendía cómo mis compañeritos descontrolaban al son de “Vení Raquel, vení con los muchachos, que te vaaaaaaaaaaas, te vas a divertir”. Definitivamente no era mi taza de té. Pero “(Loco)” me seguía gustando, y es hasta el día de hoy que me parece una canción realmente hermosa, con aquella inolvidable línea que decía “Me tiraste el pingüino, me tiraste el sifón, y estallaron los vidrios de mi corazón” (snif).
Después el hecho de odiar a los Deca se convirtió en una religión, principalmente porque los seguía gente con la que no quería saber nada (alguien dígame si alguna vez no odiaron una banda, un artista o una canción “por asociación”), y también por el prejuicio estúpido de adolescente por el cual si me gustaba Metallica, Iron Maiden y Kiss era harto improbable, un crimen casi, que también me gustaran los Decadentes (diablos, desde los 8 a los 11 años fui fanático de Erasure, los fui a ver dos veces en 1990 cuando todavía tenía 9 añitos y unos años más tarde hablaba pestes de ellos, me repugnaban, decía que eran unos “putos de mierda” y barrabasadas por el estilo –supongo que esto último no fue más que homofobia basada en represión por el entorno, lo cual en realidad no habría que aclarar porque dudo que exista otro tipo de homofobia-; por suerte eso ya se me pasó y ahora adoro nuevamente al duo Clarke/Bell).
Pero tímidamente, si bien siempre rescataba a (Loco) como “la excepción”, notaba que “algo había” en las melodías de canciones como “Los piratas”, “Corazón” (pero no, era una cumbia y que nadie se fuera a enterar que le había encontrado “algo” a una cumbia) y la canción que nos ocupa.
Mi postura “anti-Deca” duró añares. Si bien para la época de Hoy Trasnoche me animé a decir que “El dinero no es todo” tenía un buen hook, la canción que fue mi “wake up call” de que estaba frente a la mejor banda de rock del país y no me había dado cuenta fue “Un osito de peluche de Taiwán”, que escuché por primera vez en el CD Circus de Cabildo y Juramento –aunque un poco antes, cuando ví el arte de tapa de Sigue tu camino pensé “que tapa del carajo, en una de esas el disco está bueno”-. Recuerdo aquel momento como si hubiese ocurrido hoy. Escuché “Un osito de peluche de Taiwán, una cáscara de nuez en el mar, suavecito como alfombra de piel, delicioso como el dulce de leche” y me enamoré, por poco me caigo de culo, se me puso la piel de gallina, rara vez había escuchado algo tan indescriptiblemente hermoso. Encima la canción era más poppísticamente accesible, sin esos arreglos bigbandero-sudacas que tanto odiaba. Y me dije: “gente capaz de hacer algo así de gigantesco algo tiene que tener”, y así fue como durante un tiempo me dediqué a volver a escuchar varias canciones de las que me jactaba de aborrecer, pero que dentro de mi corazoncito sabía, ya desde entonces y con todos mis prejuicios de mierda que impedían abrir apenas un poquitito la cabeza y disfrutarlos como siempre debí haber hecho, que eran algo grande. Y vaya sí lo eran, aunque admito que todavía sigo sin entender “Vení Raquel”, “Entregá el marrón” y “El murguero”. Pero sí entendí “La marca de la gorra”, que va por el mismo lado que las otras, asi que no quito la posbilidad de que en el futuro entienda también a aquellas.
Y también compré Sigue tu camino y sí, es un disco del recontrarrecarajo, con otra canción de melodía y letra adorables como “Bichiluz” (sí, también me había dado cuenta para ese momento del patrón que se repite todo el tiempo, aquel que confirma que el señor Jorge Serrano es el mejor letrista de la Argentina), un tour de force espectacular, punkosísimo al recontrapalo, de una fuerza inconmensurable como “Pendeviejo” y una canción que se le ríe en la cara, le agrega guitarras tirando a jevimetal y les pasa el trapo un millón de veces a cosas latino-espantosas pseudo-rapeadas como el orto en la linea de “Muévelo muévelo” y horripilancias por el estilo llamada “A los piropos”.
Pero vayamos al grano. “La guitarra” es, como se decía en la época en que fue lanzada, allá por el 94 si mal no recuerdo, una massa. Tiene una melodía “canónica” (por el “Canon en Re mayor” de Johann Pachelbel, aquel tema que aparecía en los créditos del comienzo de la etapa “La parrilla del Xeñor” de Cha Cha Cha –aquella en la que estaban todos vestidos de época y decía “con el 1º actor chino Lito Ming”, la que están pasando ahora por I-Sat- y en Ordinary People de Redford, cuya perfecta melodía se utilizó en infinidad de canciones pop, por ejemplo “El momento en que estás (Presente)” de Vox Dei, “Basket Case” de Green Day, “One Of Us Must Know” de Dylan y bueno, “La guitarra”) con una base ska, una letra que es delicia de delicias, todo un canto al “no querer ser como los demás” pero no en modo declamatorio o demagógico sino festivo, popular en el mejor sentido, y unos arreglos de cuerdas de puta madre al comienzo y a la altura del segundo estribillo (el de “Vos, mejor que te afeités...”). Una canción de una simplicidad apabullante pero que a la vez juega un poco con las convenciones de la canción pop (vamos, si tiene un doble estribillo, uno desde el punto de vista del protagonista y otro desde el de su padre, lo que me recuerda un poco a “Father and Son” de Cat Stevens), que va directo al punto, de una urgencia y un sentimiento altamente contagiosos, y que tenía un video que en su momento por supuesto odiaba pero que ahora recuerdo con mucha simpatía, con Guillermo Nimo en el rol del padre. Una canción que podría haber escuchado un millón de veces durante diez años, pero que mis malditos prejuicios hicieron que, por el contrario, la desprecie. Pero bueno, los chicos crecen, por suerte.
Mi relación con los Decadentes fue algo más bien accidentado. Recuerdo cuando escuché por primera vez la inmortal “(Loco) Tu forma de ser”. Tenía unos once o doce añitos y me voló la cabeza. Luego escuché El milagro argentino, disco de donde provenía esa canción y otros hits como “Vení Raquel” y “Entregá el marrón”. Horrible me pareció. No entendía esos gritos de cancha (siempre odié el ambiente “canchero”), no entendía cómo mis compañeritos descontrolaban al son de “Vení Raquel, vení con los muchachos, que te vaaaaaaaaaaas, te vas a divertir”. Definitivamente no era mi taza de té. Pero “(Loco)” me seguía gustando, y es hasta el día de hoy que me parece una canción realmente hermosa, con aquella inolvidable línea que decía “Me tiraste el pingüino, me tiraste el sifón, y estallaron los vidrios de mi corazón” (snif).
Después el hecho de odiar a los Deca se convirtió en una religión, principalmente porque los seguía gente con la que no quería saber nada (alguien dígame si alguna vez no odiaron una banda, un artista o una canción “por asociación”), y también por el prejuicio estúpido de adolescente por el cual si me gustaba Metallica, Iron Maiden y Kiss era harto improbable, un crimen casi, que también me gustaran los Decadentes (diablos, desde los 8 a los 11 años fui fanático de Erasure, los fui a ver dos veces en 1990 cuando todavía tenía 9 añitos y unos años más tarde hablaba pestes de ellos, me repugnaban, decía que eran unos “putos de mierda” y barrabasadas por el estilo –supongo que esto último no fue más que homofobia basada en represión por el entorno, lo cual en realidad no habría que aclarar porque dudo que exista otro tipo de homofobia-; por suerte eso ya se me pasó y ahora adoro nuevamente al duo Clarke/Bell).
Pero tímidamente, si bien siempre rescataba a (Loco) como “la excepción”, notaba que “algo había” en las melodías de canciones como “Los piratas”, “Corazón” (pero no, era una cumbia y que nadie se fuera a enterar que le había encontrado “algo” a una cumbia) y la canción que nos ocupa.
Mi postura “anti-Deca” duró añares. Si bien para la época de Hoy Trasnoche me animé a decir que “El dinero no es todo” tenía un buen hook, la canción que fue mi “wake up call” de que estaba frente a la mejor banda de rock del país y no me había dado cuenta fue “Un osito de peluche de Taiwán”, que escuché por primera vez en el CD Circus de Cabildo y Juramento –aunque un poco antes, cuando ví el arte de tapa de Sigue tu camino pensé “que tapa del carajo, en una de esas el disco está bueno”-. Recuerdo aquel momento como si hubiese ocurrido hoy. Escuché “Un osito de peluche de Taiwán, una cáscara de nuez en el mar, suavecito como alfombra de piel, delicioso como el dulce de leche” y me enamoré, por poco me caigo de culo, se me puso la piel de gallina, rara vez había escuchado algo tan indescriptiblemente hermoso. Encima la canción era más poppísticamente accesible, sin esos arreglos bigbandero-sudacas que tanto odiaba. Y me dije: “gente capaz de hacer algo así de gigantesco algo tiene que tener”, y así fue como durante un tiempo me dediqué a volver a escuchar varias canciones de las que me jactaba de aborrecer, pero que dentro de mi corazoncito sabía, ya desde entonces y con todos mis prejuicios de mierda que impedían abrir apenas un poquitito la cabeza y disfrutarlos como siempre debí haber hecho, que eran algo grande. Y vaya sí lo eran, aunque admito que todavía sigo sin entender “Vení Raquel”, “Entregá el marrón” y “El murguero”. Pero sí entendí “La marca de la gorra”, que va por el mismo lado que las otras, asi que no quito la posbilidad de que en el futuro entienda también a aquellas.
Y también compré Sigue tu camino y sí, es un disco del recontrarrecarajo, con otra canción de melodía y letra adorables como “Bichiluz” (sí, también me había dado cuenta para ese momento del patrón que se repite todo el tiempo, aquel que confirma que el señor Jorge Serrano es el mejor letrista de la Argentina), un tour de force espectacular, punkosísimo al recontrapalo, de una fuerza inconmensurable como “Pendeviejo” y una canción que se le ríe en la cara, le agrega guitarras tirando a jevimetal y les pasa el trapo un millón de veces a cosas latino-espantosas pseudo-rapeadas como el orto en la linea de “Muévelo muévelo” y horripilancias por el estilo llamada “A los piropos”.
Pero vayamos al grano. “La guitarra” es, como se decía en la época en que fue lanzada, allá por el 94 si mal no recuerdo, una massa. Tiene una melodía “canónica” (por el “Canon en Re mayor” de Johann Pachelbel, aquel tema que aparecía en los créditos del comienzo de la etapa “La parrilla del Xeñor” de Cha Cha Cha –aquella en la que estaban todos vestidos de época y decía “con el 1º actor chino Lito Ming”, la que están pasando ahora por I-Sat- y en Ordinary People de Redford, cuya perfecta melodía se utilizó en infinidad de canciones pop, por ejemplo “El momento en que estás (Presente)” de Vox Dei, “Basket Case” de Green Day, “One Of Us Must Know” de Dylan y bueno, “La guitarra”) con una base ska, una letra que es delicia de delicias, todo un canto al “no querer ser como los demás” pero no en modo declamatorio o demagógico sino festivo, popular en el mejor sentido, y unos arreglos de cuerdas de puta madre al comienzo y a la altura del segundo estribillo (el de “Vos, mejor que te afeités...”). Una canción de una simplicidad apabullante pero que a la vez juega un poco con las convenciones de la canción pop (vamos, si tiene un doble estribillo, uno desde el punto de vista del protagonista y otro desde el de su padre, lo que me recuerda un poco a “Father and Son” de Cat Stevens), que va directo al punto, de una urgencia y un sentimiento altamente contagiosos, y que tenía un video que en su momento por supuesto odiaba pero que ahora recuerdo con mucha simpatía, con Guillermo Nimo en el rol del padre. Una canción que podría haber escuchado un millón de veces durante diez años, pero que mis malditos prejuicios hicieron que, por el contrario, la desprecie. Pero bueno, los chicos crecen, por suerte.
e-link:
La guitarra - Los auténticos decadentes
LA GUITARRA
(Jorge Serrano)
Tuve un problema de difícil solución,
en una época difícil de mi vida.
Estaba entre la espada y la pared,
y aguantando la opinión de mi familia.
Yo no quería una vida normal,
no me gustaban los horarios de oficina.
Mi espíritu rebelde se reía
del dinero, del lujo y el comfort.
Y tuve una revelación,
ya se qué quiero en esta vida.
Voy a seguir mi vocación
será la música mi techo y mi comida.
Porque yo
no quiero trabajar,
no quiero ir a estudiar,
no me quiero casar.
Quiero tocar la guitarra todo el día,
y que la gente se enamore de mi voz.
Porque yo
no quiero trabajar,
no quiero ir a estudiar,
no me quiero casar.
Y en la cabeza tenia
la voz de mi viejo,
que me sonaba como
un rulo de tambor.
Vos
mejor que te afeités,
mejor que madurés, mejor que laburés.
Ya me cansé de que me tomes la cerveza,
te voy a dar con la guitarra en la cabeza.
Vos
mejor que te afeités,
mejor que madurés, mejor que laburés.
Ya me cansé de ser tu fuente de dinero,
voy a ponerte esa guitarra de sombrero.
Y tuve una revelación,
ya se qué quiero en esta vida.
Voy a seguir mi vocación
será la música mi techo y mi comida.
Porque yo
no quiero trabajar,
no quiero ir a estudiar,
no me quiero casar.
Quiero tocar la guitarra todo el día,
y que la gente se enamore de mi voz.
Porque yo
no quiero trabajar,
no quiero ir a estudiar,
no me quiero casar.
Y en la cabeza tenia
la voz de mi viejo,
que me sonaba como
un rulo de tambor.
Vos
mejor que te afeités,
mejor que madurés, mejor que laburés.
Ya me cansé de que me tomes la cerveza,
te voy a dar con la guitarra en la cabeza.
Vos
mejor que te afeités,
mejor que madurés, mejor que laburés.
Ya me cansé de ser tu fuente de dinero,
voy a ponerte esa guitarra de sombrero.
(Jorge Serrano)
Tuve un problema de difícil solución,
en una época difícil de mi vida.
Estaba entre la espada y la pared,
y aguantando la opinión de mi familia.
Yo no quería una vida normal,
no me gustaban los horarios de oficina.
Mi espíritu rebelde se reía
del dinero, del lujo y el comfort.
Y tuve una revelación,
ya se qué quiero en esta vida.
Voy a seguir mi vocación
será la música mi techo y mi comida.
Porque yo
no quiero trabajar,
no quiero ir a estudiar,
no me quiero casar.
Quiero tocar la guitarra todo el día,
y que la gente se enamore de mi voz.
Porque yo
no quiero trabajar,
no quiero ir a estudiar,
no me quiero casar.
Y en la cabeza tenia
la voz de mi viejo,
que me sonaba como
un rulo de tambor.
Vos
mejor que te afeités,
mejor que madurés, mejor que laburés.
Ya me cansé de que me tomes la cerveza,
te voy a dar con la guitarra en la cabeza.
Vos
mejor que te afeités,
mejor que madurés, mejor que laburés.
Ya me cansé de ser tu fuente de dinero,
voy a ponerte esa guitarra de sombrero.
Y tuve una revelación,
ya se qué quiero en esta vida.
Voy a seguir mi vocación
será la música mi techo y mi comida.
Porque yo
no quiero trabajar,
no quiero ir a estudiar,
no me quiero casar.
Quiero tocar la guitarra todo el día,
y que la gente se enamore de mi voz.
Porque yo
no quiero trabajar,
no quiero ir a estudiar,
no me quiero casar.
Y en la cabeza tenia
la voz de mi viejo,
que me sonaba como
un rulo de tambor.
Vos
mejor que te afeités,
mejor que madurés, mejor que laburés.
Ya me cansé de que me tomes la cerveza,
te voy a dar con la guitarra en la cabeza.
Vos
mejor que te afeités,
mejor que madurés, mejor que laburés.
Ya me cansé de ser tu fuente de dinero,
voy a ponerte esa guitarra de sombrero.
7 comments:
Será la esta pc o la letra de la letra es muy pequeña???
Acá se ve perfecto. Si alguien más tiene este problema que avise y agrando el font.
Saludos.
Me encanta
Tuve la oportunidad de participar de los primeros 3 videoclips de Los Autenticos Decadentes, incluido el mencionado “la marca de la gorra”.
El primero de ellos, lo sufri fisicamente . Pero mas alla de haberme caido de la grua que sostenia la camara, fue una experiencia maravillosa. La contagiosa energia del grupo hacia que todos trabajaramos mas que lo humano sin que nos importe las horas extras ,la paga y la imposibilidad de tenerlos un segundo quietos para tomarles los focos.
Bienvenido el rescate de esta banda que no soporto, pero que cada tanto nos hace tararear sin parar alguna cancion.
La sorpresa de que el osito de peluche de Taiwan sea de ellos, me da mucha alegria. Y hace que nuevamente, tenga que dejar mis prejuicios, un rato, de lado.
Sobre el blog
Se aceptan sugerencias? Se puede pedir una cancion a analizar “por encargo”?
O un listado de canciones de la que nos gustaria saber opinion de este bloger.
Encabezaria mi lista extranjera con Life on Mars y la local con Alfonsina y el Mar.
Gracias
Ariel
el look es mas prolija, y esta buena, tal vez un poco de "brillitos" le va a venir de puta madre!
Bienvenidos!!!
Ariel: Me imagino lo lindo que debe haber sido trabajar con estos chicos. En cuanto a las canciones "a pedido", por supuesto, manden lo que quieran!! Con respecto a Life On Mars, casualmente para alguna de las próximas entregas había barajado algunas canciones de Bowie y entre ellas estaba Life, que es fácilmente una de mis 3 favoritas. Así que ya desde ahora confirmo que esa va a estar. Lo de Alfonsina lo veremos, debe hacer 15 años que no escucho esa canción.
Aili: Los brillitos vendrán cuando aprenda a agregar cosas en el template (lease "esqueleto") del blog, que es distinto al de mi otro blog, que sí sabía manipular.
Saludos!!
Juancito again tu amiga vicky
que decir de los autenticos decadentes?? si, un osito de tawain me parecio un hallazgo...a todos nos paso lo mismo...recuerdo que la primera vez que la escuche fue en mi walk man caminando hacia la casa de mi amigo
marco...y cuando llegue lo primero que le dije fue "hay que bajar la nueva de los autenticos!!" pero si, a ambos nos parecio maravillosa.....que sera? habra sido que si, todos tenemos nuestro pequeño momento de esplendor...eso que llaman 15 minutos de fama, y los autenticos los tuvieron de inspiracion? no se...es una pregunta que me quedara en el tintero....lo unico que si se es que un osito es realmente una gran cancion con una gran letra.
te quiero nene
vicky
ME ENCANTAN LOS AUTENTICOS Y ME ENCANTA SABER Q HAY MUCHA JENTE Q LOS APOYA Y Q ESTAMOS CON ELLOS
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